No hace falta enumerar los motivos que nos sitúan otra vez frente a una huelga general, no porque los conozcamos, sino porque los estamos sufriendo. Ya no es cuestión de ver un informativo o leer un periódico, basta con mirar a nuestro alrededor y sentarnos en frente de un papel en planco a echar cuentas. ¡Lo podemos sentir! Nos están haciendo pagar esta crisis; la cuenta no nos cuadra.
Secundar una huelga general conlleva un sacrificio importante y habrá incluso quienes queriendo hacerlo, no puedan permitírselo. Como joven llamo a la solidaridad de quien todavía puede perder un día de salario y salir a protestar, hagamos el máximo esfuerzo. Nos educamos y nos formamos como siempre nos dijeron y ahora no podemos trabajar. Conozco a demasiados amigos que han decidido hacer la maleta e irse de España y no nos engañemos, estamos perdiendo un reguero talento importante que hemos pagado entre todos. No podemos trabajar y cuando lo hacemos nos enfrentamos a condiciones cada vez más precarias que empujan además a un miedo que ni podemos ni debemos consentir.
Solidaridad también de quienes no trabajan y quienes de alguna manera tienen asegurado su puesto. Para los millones de personas que el próximo 14 de noviembre pueden y deben salir a la calle a gritar. No solo hay que hacerlo porque queramos trabajar sino también porque queremos que nos devuelvan nuestra sanidad, nuestra educación y la calidad de nuestros servicios públicos.
En España ya hay demasiada gente abandonada a su suerte despojada de sus derechos e incluso de su vivienda. ¿Cómo no podemos sentir que están arruinando nuestro futuro? Que el pesimismo tampoco nos derrote, seamos solidarios y valientes y salgamos a luchar y defender lo que es nuestro, como lo es el derecho a huelga con el que también quieren acabar. Decía nuestro presidente del Gobierno que “la huelga no resolverá los problemas”. Señor Rajoy ¿Qué resuelve nuestros problemas? Queda claro que sus medidas o las que le dictan no ¡Cámbielas!
Ya no quedan líneas rojas que sobrepasar. Las han pasado todas, han pisado todo. Llegados a este punto, la tarea es hacerlos retroceder. Huelgas como la de este 14 de noviembre hay que hacerlas por muchos motivos pero sobre todo y en primer lugar, por dignidad. Sal a la calle y grita “NO”. Grecia, Portugal están dispuestos a hacerlo y media Europa a apoyarlos ¿Y nosotros? También.